
Laura sufrió hace un año un gravísimo accidente, que le llevó a perder la memoria de quién era y a qué se había dedicado. Con el cariño de Carlos, un médico que la atendió desde el primer día y del que se enamoró, va saliendo adelante en la vida. Tiene como único recuerdo una postal en mal estado, de un rincón de Galicia. Para intentar encontrarlo, la pareja decide hacer el Camino de Santiago, en la parte gallega. Pero en Triacastela, el primer pueblo donde paran, Carlos es secuestrado, y Laura recibe en su móvil una llamada en la que le exigen, si quiere volver a ver a su novio, que robe los huesos del Apóstol Santiago.
Tremenda novela de acción y policíaca, muy vibrante y entretenida. Mezcla la acción durante el Camino de Santiago con una parte más de espionaje, que sitúa en la Rusia anterior a la caída del muro de Berlín. Resulta una novela de acción un tanto distópica, pero creíble. Además, en mi opinión muestra el Camino de Santiago como lo que en realidad es, mucho más que tradición y cultura; si bien no trata apenas el tema religioso, le otorga credibidilidad.
Lástima también que contiene algunos pasajes de contenido sexual totalmente innecesarios. Hay aspectos de la vida de la protagonista que moralmente son incorrectos, pero ni lo describe ni se centra en ello.