En 1939, es hallado abandonado en medio del océano el “Valkirie”, un trasatlántico de lujo, que aparentemente estaba realizando una travesía con millonarios y prohombres nazis. A bordo sólo se encuentra un bebé… y la impresión de que hay algo al acecho. Así que el Valkirie es remolcado a puerto, donde queda olvidado hasta que, a finales del s. XX, un multimillonario judío lo compra y restaura. Su intención es hacer un gran experimento parapsicológico: reproducir el viaje del 39 para descubrir qué pasó.
El autor ha construido una novela de terror interesante en su planteamiento inicial, pero que se vuelve excesivamente grandilocunte y, tal vez por eso, tópica: las situaciones no son precisamente originales, por mucho que se introduzca un componente nazi y se cambie la tradicional casa encantada por el no menos tradicional barco fantasma. Desde un punto de vista moral, el libro presenta diversas descripciones eróticas, alguna de varias páginas de longitud.
J.L. (2013)
El último pasajero
Valoración moral:
Género: Literatura
Sin inconvenientes.
Algunos inconvenientes morales.
Presenta pasajes de cierta entidad contrarios a la fe o la moral.
Presenta pasajes escabrosos o un fondo ideológico general que puede confundir a personas con una escasa formación cristiana.
Abundan los pasajes escabrosos o un fondo ideológico contrario o extraño a los valores cristianos.
Por sus contenidos explícitos, la obra contraría la fe o la moral de la Iglesia Católica o el cristianismo en general.