
Una guardia civil relativamente joven, con un hijo de diez años moribundo por un cáncer incurable, se traslada a un cuartel de la provincia de Pontevedra, donde una menciñeira, o curandera, le promete que conseguirá resultados para su hijo, y le muestra ejemplos de algunas de las personas que ha curado. Una vez allí, además de intentar localizar a la menciñeira, que ha desaparecido, tiene que investigar el asesinato de una mujer, que parece tratarse de un crimen ritual.
Manel Loureiro vuelve a presentar una mezcla de fantasía y realidad, esta vez utilizando elementos de la mitología ancestral gallega. El ritmo de la novela es vertiginoso, y a ratos se podría decir que es más una novela de terror que un thriller. Maneja muy bien a sus personajes, sobre todo las inseguridades de la protagonista.