Novela breve de Natalia Ginzburg publicada en 1947 y prologada por Italo Calvino. Se inicia con la confesión de una mujer que confiesa que ha asesinado a su marido. Relata la historia de su matrimonio con un hombre que, como ella, es gris y que accede a casarse, pero no la ama y, además, continúa una relación con una amante sin que su mujer lo sepa. Cuando deciden separarse, muere su hija, y ella piensa que puede rehacer su matrimonio, pues le pesan sus sentimientos y el status adquirido, pero a pesar de vivir juntos, su marido sigue con su doble vida y ella acaba tomando esa decisión irreversible.
Escrita en primera persona, la novela describe varios perfiles psicológicos interesantes, sobre todo el de la protagonista, que se ha dejado llevar por su imaginación, de su mente llena de fantasías, sospechas, por unos sueños imposibles de colmar; en realidad es una mujer humillada que expresa su dolor y su culpa con voz resignada y que, abrumada por la soledad y el infortunio, se precipita a una acción fatal.
El tono de la novela es nostálgico y triste. Mantiene un ritmo narrativo sosegado a lo largo de todos los acontecimientos de una historia, a la vez tierna y dura, en la que la acción fluye con naturalidad y sin ningún tipo de estridencias. La autora escribió este libro de un tirón y se lee también de un tirón, pues aunque no ocurre nada especial, conmueve por esa herida abierta, ese "pozo oscuro" del amor no correspondido. Natalia Ginzburg (1916-1991) fue una renombrada novelista, ensayista, dramaturga y política italiana. È stato cosí fue su segunda novela.