El fracaso del ateísmo

[El fracaso del ateísmo]
Año: 
2022
Género: 
Público: 
Tags: 
Editorial: 
Palabra
Ciudad: 
Madrid
Año de publicación: 
2022
Páginas: 
365
Valoración moral: 
Género: Pensamiento
Sin inconvenientes.
Requiere conocimientos generales en la materia.
Lectores con formación específica en el tema.
Presenta errores doctrinales de cierta entidad.
El planteamiento general o sus tesis centrales son ambiguos o se oponen a las enseñanzas de la Iglesia.
La obra es incompatible con la doctrina católica.
Calidad literaria: 
Recomendable: 
Transmite valores: 
Contenido sexual: 
Contenido violento: 
Lenguaje vulgar u obsceno: 
Ideas contrarias a la doctrina de la Iglesia: 
La calificación de las distintas categorías proviene de la opinión de los colaboradores de Delibris

El objetivo del autor es presentar un libro de filosofía práctica para ayudar a pensar y después transformarnos a nosotros mismos y a los demás; se trata de repensar el mundo en el que vivimos. La obra es divulgativa, con un lenguaje sencillo, un esquema claro y razonamientos fáciles de entender. Atrás hay mucho estudio y una seria investigación. Se centra en analizar la cultura dominante que se denomina posmoderna, sus antecedentes en la historia del pensamiento y la solución racional para alcanzar la verdad. Se hace un interesante análisis del ateísmo y sus raíces para concluir con la coherencia que presenta el teísmo.

El subtítulo del libro es elocuente: Cultura posmoderna y fe razonable. La única alternativa razonable que permanece ante el fracaso de ateísmo es admitir la existencia de Dios; es decir solo el teísmo es coherente con la naturaleza humana, pues el hombre está hecho para la verdad y hay indicios en la realidad de que solo teniendo presente a Dios se pueden responder a las grandes cuestiones existenciales. 

El diagnóstico que hace de la posmodernidad es fecundo. Desglosa algunos elementos del pensamiento actual que pueden ayudar a entender el mundo que nos rodea que se manifiesta en la vida, en la educación, en las películas, en las series, en las canciones y en las redes sociales. Cuando se logra llegar a la raíz se tiene la llave para salir del error y buscar otras puertas. Menciono algunas características: individualismo, subjetivismo, relativismo, emocionalismo, hedonismo, consumismo y utilitarismo. 

Explica el narcisismo dominante en la cultura de modo muy gráfico. Es una especie de enamoramiento de uno mismo, que se traduce en una preocupación exagerada por la propia imagen -sobre todo física- y en una búsqueda constante de aprobación por parte de los demás. Se da un deseo casi obsesivo de agradar y de gustar a los demás. El culto al cuerpo se ha vuelto una enfermedad en occidente. En la cultura de la imagen, el impacto de los “likes” en las redes sociales fundamenta la autoestima de las nuevas generaciones. Además el narcisismo forma un círculo vicioso con la superficialidad. 

La sociedad posmoderna ensalza de modo particular tres cosas, que parecen ser el único objetivo de la existencia humana: tener, poder y placer. Son tres los grandes autores materialistas que pusieron las bases de la crisis posmoderna: Marx -voluntad de tener-, Nietzsche -voluntad de poder- y Freud -voluntad de placer-. En estos tres autores del siglo XIX están las raíces de la reducción del ser humano que experimentamos en la actualidad. Por eso es importante repensar nuestro mundo. Solo así podremos ser libres de las corrientes predominantes de pensamiento y forjar el futuro con una nueva mirada. Esos tres maestros de la sospecha son más bien maestros de la mentira pues proyectaron sus propias ideas en el ser humano sin contrastarlas con la realidad y con la historia. Disolvieron mediante la sospecha las conclusiones naturales a las que llegaba el ser humano cuando se planteaba las cuestiones fundamentales: existencia de Dios, existencia del alma, vida tras la muerte, importancia de la moral, etc.  

Ha surgido después un nuevo ateísmo que intenta reaccionar a la religión considerándola como fanatismo religioso al que es necesario combatir. Cuatro de estos autores se proclaman jinetes del Apocalipsis: Richard Dawkins, Christopher Hitchens, Daniel Dennett y Sam Harris. Entre ellos se apoyan, se citan y se retroalimentan. Se trata de un ateísmo militante, un antiteísmo, una rebelión contra Dios con tintes muy agresivos y que promueve activamente la lucha contra la religión. Estos autores abrazan como presupuestos el materialismo y al ateísmo; la única novedad es la superficialidad de sus argumentos, el populismo del que hacen gala en los debates, el recurso a la ciencia como si pudiera demostrar que Dios no existe o el falseamiento o selección de los datos que hacen en sus obras. El nuevo ateísmo también ha fracasado. No han conseguido fundamentar sus posiciones ni demostrar nada. 

El mundo sin Dios prometía ser un paraíso pero se ha convertido en un infierno. La pérdida de valores trascendentes ha desembocado en una insolidaridad sin precedentes que lo empuja al borde del caos. A pesar de eso los ateos continúan intentando destruir la religión, mientras la mayor parte de la humanidad fiel a su razón natural, permanece religiosa, y el mundo posmoderno se pierde en una vida sin fundamento ni horizonte. Gran parte de las respuestas para la situación mundial tienen que ver con volver a abrir las puertas a Dios y dejar atrás todas aquellas cosas de nuestra sociedad que nos están deshumanizando y desnaturalizando.

Autor: Marcela Navarro Hernández, México
Fecha de actualización: Ene 2023