
En este precioso y breve tratado, fruto de la predicación de su autor, se recupera con brillantez y acierto la doctrina de san Agustín y santo Tomás, que ven en las siete primeras bienaventuranzas la obra del Espíritu Santo en el alma del cristiano. Siete dones del Espíritu Santo que, si el alma quiere, impulsan al discípulo de Cristo a vivir las siete bienaventuranzas.
El Espíritu Santo en la vida cristiana. Al inicio del libro, el autor explica con gran claridad qué es “la vida cristiana: la inhabitación de Dios en el alma que le ofrece hospitalidad; y la conseguiremos si, por la misericordia divina, vivimos en gracia. Dios mora en nuestro interior y ahí hemos de buscar a nuestro Huésped, al amigo con quien compartir esa familiaridad, esa intimidad santificadora”.
“El alma cristiana, por la fe, es testigo del extraordinario espectáculo que se produce en ella y que la impulsa a la adoración”.
Ambroise Gardeil, O.P. (1859-1931) fue uno de los maestros que dedicó sus trabajos a la renovación de los estudios de filosofía y teología según la mente de santo Tomás de Aquino, algo que se aprecia en las páginas de esta obra, páginas luminosas y serenas.