
John Ford se enamoró de una historia publicada en un diario estadounidense, El hombre tranquilo, firmada por un desconocido escritor irlandés, Maurice Walsh. De allí surgió uno de los mayores éxitos de la historia del cine, protagonizado por John Wayne y Maureen O’Hara.
Walsh reunió en un libro cinco historias independientes, pero complementarias, con los mismos personajes. Así, Y llegó la hija del capitán, Al otro lado de la frontera, El hombre tranquilo, La joven pelirroja y Dublín, ciudad perversa constituyen una excelente novela de lectura “tranquila” en la católica Irlanda, ocupada por Gran Bretaña, donde el IRA lucha por conseguir y lograr la independencia. Sin embargo, los personajes también buscan su sitio en una sociedad muy castigada, donde predominan el amor y la amistad, junto con un profundo amor por su tierra.
Un gran autor redescubierto, sepultado durante años por el éxito cinematográfico de un pequeño relato.