
Marco Gallo es un adolescente de nuestro tiempo. Desde pequeño, Marco manifiesta un poderoso deseo de una vida intensa en la normalidad de cada momento, y es precisamente en esa normalidad que descubre una presencia capaz de tomar su humanidad totalmente en serio, una presencia que da a los días una urgencia y un deseo de esencialidad cada vez mayor.
De esta manera, comienza a florecer un afecto por Cristo que toma forma en su humanidad: él sigue siendo lo que es, con su carácter a veces impulsivo, pero tanto su familia como sus amigos notan que esa normalidad es vivida de modo diferente. Eso se ve en esta colección de escritos suyos que su familia ha reunido en este volumen: pasajes de un diario, trabajos que tuvo que hacer para el colegio, ensayos y pequeñas poesías que escribía para sí mismo, mensajes y correos que mandó a sus amigos... En todos se ve a un chico apasionado por su trabajo, por la gente que estaba a su alrededor y por su vida de unión con Dios. De este modo, como se dice en la introducción del libro, su muerte repentina no parece ser el epílogo de una vida, sino la finalización de un viaje, en realidad el "dies natalis".