
Estamos ante un drama ruso clásico, en el marco de la literatura rusa: un clásico de la literatura de la intimidad, con temas profundos de fondo y personajes muy bien dibujados. Esta novela corta forma parte de la monumental biografía, -"Pasado y pensamientos"-, escrita entre los años 1852 y 1868: en sus cinco tomos recoge todas sus vivencias y experiencias de su vida.
La presente obrita quiso que no se publicara (1917) hasta después de su muerte por lo delicado del tema abordado: se refiere a momentos muy dolorosos de su vida personal. En 1848, Aleksandr participa en los actos revolucionarios de París. Ya en Rusia, había sido condenado dos veces. A los fracasos de la revolución, se unió el comprobar que también su mundo privado y familiar se desplomaba: la tormentosa relación de su esposa Natalie con el poeta alemán Georg Herwegh, que puso en peligro su matrimonio y, aunque superada la crisis, dejo su huella humillante y dolorosa; además, su madre y uno de sus hijos murieron en un naufragio; y también Natalie fallecia poco después.
Son las páginas más amargas y difíciles de las muchas que escribió el autor a lo largo de su vida. Natalie, en algún momento, fue débil, pero nunca pensó en dejar a su marido; Aleksandr se comporta noblemente en todo momento, procurando no dejarse llevar por el rencor y deseos de venganza. Efectivamente, es notable, en general, la buena reacción de Aleksandr ante los golpes de la vida, a lo largo de cuatro años difíciles. Está bien escrita, con fuerza expresiva, sin caer ni en dramatismos ni en sentimentalismos. Se lee con agrado y deja buen sabor.