
Un brillante broker y una periodista que concilia familia y trabajo. Once años de matrimonio. Miguel y Giulia son, aparentemente, una pareja perfecta. Pero la realidad es otra... En una Roma que atraviesa una etapa convulsa —un asesinato misterioso, la muerte del papa, la extraña enfermedad del Primer Ministro— los medios de comunicación no dan abasto. La extraña conexión de la Mafia con una periodista norteamericana, colega de la protagonista, añade emoción al relato.
Se trata de una historia de amor y desamor, de intriga y conspiración en el marco de una maravillosa Roma, siempre caótica y llena de esplendor. Es atractiva la manera de presentar los mismos hechos desde el punto de vista de él o de ella, en primera persona. De prosa ágil y cercana, con protagonistas bien retratados y con suspense hasta el final, la opera prima del autor no defrauda. Las descripciones de Roma, de una Roma pisada y conocida a fondo, no de una Roma turística, son un regalo. La novela es amena y emocionante. Atrapa enseguida. Se podría decir que lo más logrado es la exposición del acontecer diario de una encantadora familia numerosa.
La crisis por la que atraviesa la pareja refleja lo que sucede a millones de matrimonios. La sombra de la infidelidad, las dudas respecto a las decisiones tomadas, el ritmo de vida de una profesión muy absorbente, etc. se entremezclan además con una trama policíaca bastante lograda. Puede ser que a los personajes secundarios les falte un poco de profundidad —o de historia— y que el desenlace parezca algo forzado. Pero nada de esto, que es menor, empaña el mérito de una novela que ya bien entrado el siglo XXI defiende unos valores morales atractivos y positivos. Sin ñoñerías. Parece, pues, una novela muy recomendable a todo tipo de público sobre todo a partir de la adolescencia, y muy indicada para parejas en crisis. La amistad y las relaciones familiares están tocadas con gran acierto.
Q.B. (España, 2017)