
Uno de los sobrinos del tío Pedro recuerda las historias que éste les contaba a él y a su hermana, cuando eran pequeños, después de haber estado como médico en la guerra civil española y en la división azul. Sucesos contados de modo fragmentario, con saltos en el tiempo y dejando, a veces, algunos cabos sueltos. El tío Pedro se siente incómodo en el tiempo en que vive –con las dos Españas enfrentadas y con las crisis desatadas en el mundo tras la Ilustración–, como los cruzados medievales que regresaban a su tierra después de muchos años de ausencia. Un personaje un tanto quijotesco, irónico, crítico, buen cristiano. Hay una recreación y adaptación de parte de unas novelas y de unos personajes de Gabriel Miró. La prosa está muy cuidada, con el peculiar estilo del autor. Los saltos en el tiempo pueden dificultar la comprensión a lectores jóvenes o poco habituados a este recurso literario, pero el libro es positivo. El posfacio ayuda a situar la novela y a ahondar en el significado y el sentido del texto.
L.R. (España, 2016)