¿Rendirse ante el dolor, ante su aparente absurdo? ¿O perforar el misterio más y más hasta su Fuente? El dolor duele. No puede no doler. El dolor está presente en todo, lo penetra todo... Asoma su empuñadura sin aviso, implacable. Todo se derrumba a su paso. Nos arrasa por fuera y por dentro, con lágrimas, con sangre, para vaciarnos del todo... y llenarnos de Luz.

El problema del dolor de C.S. Lewis aborda la difícil cuestión de cómo conciliar la existencia de un Dios bueno y todopoderoso con la presencia del sufrimiento en el mundo. Lewis comienza desafiando la idea común de que el dolor es un castigo divino, sugiriendo que el sufrimiento no necesariamente refleja el pecado, sino que puede tener una función redentora y transformadora. A lo largo del libro, presenta el dolor como una parte del misterio de la vida humana y de la relación con Dios.

El autor explora también la conexión entre el sufrimiento humano y el sufrimiento de Cristo, proponiendo que el dolor puede tener un propósito más profundo dentro del plan divino. A través del sacrificio de Jesús, el sufrimiento se convierte en un medio de purificación y reconciliación, lo que ofrece una interpretación más positiva y esperanzadora del dolor.

Finalmente, Lewis reconoce el impacto psicológico del dolor, observando que mientras algunos lo ven como un obstáculo para la fe, otros lo encuentran como una oportunidad para el crecimiento espiritual. El libro no ofrece respuestas fáciles, pero invita a reflexionar sobre el sufrimiento y su propósito, presentando una visión que, aunque profundamente cristiana, ofrece ideas universales aplicables a todos los lectores.

L.P. (Italia)