
El autor plantea la evolución de la cultura como un diálogo entre el centro de poder y la periferia, desde diversos puntos de vista: la música clásica, la cultura editorial, los vinos y el fútbol. En el caso de la música, Baricco argumenta que, en su momento, la música de Beethoven, en especial el Himno de la alegría, fue considerada por la audiencia como una obra escandalosa e incomprensible. Esto se debió principalmente a cambios en la realidad social y cultural de los tiempos, cambios que muchas veces las clases regentes o más tradicionales se resisten a integrar a sus vidas.
A lo largo de su exposición Baricco evita la trascendencia y utiliza términos con un contenido que él les asigna. Por ejemplo, el alma sería un punto cumbre de lo que el espíritu del hombre ha creado: habla del alma como se podría hablar del alma de la música o del alma de la literatura. No es algo perdurable ni abierto a la trascendencia. En ese plano critica también la idea de Dios o de la religión. También incluye algunos apuntes sensuales, sin descripciones explícitas.
Con formación en música y en filosofía, Alessandro Baricco se convirtió en un fenómeno literario mundial con la publicación de la novela Seda en 1996. Ha fundado en Turín, junto con otros asociados, una escuela de técnicas de escritura con el nombre de Holden.