El autor relata el final de la vida de Elvira, una anciana que vive en un piso de Las Arenas (Vizcaya); una joven sudamericana la atiende. Ocasionalmente aparece su hijo, quien espera la muerte de su madre viuda para heredar. Cuando fallece la señora, la empleada del hogar se queda unos días en la vivienda, que era también la suya, donde han quedado muy pocas cosas. Entre lo que hay, ve una caja; en ella, Nelsy, la joven ecuatoriana, encuentra los papeles de la historia de Elvira y su familia. Con tiempo por delante, conocerá el misterio de la vida de Elvira. Hay que remontarse a mediados de la década de 1920. En una casa del centro de Madrid vive la familia del duque de Paraná, Pablo, quien trabaja en un ministerio. El rey Alfonso XIII sabe que es leal, que no busca prebendas y que asiste con su esposa Rosa a los actos sociales que no puede eludir. Al caer el gobierno de Primo de Rivera, el rey encarga formar gobierno al general Berenguer; Pablo Bossana, el aristócrata citado, pasa a ser ministro del gobierno. No se hace ilusiones, pues percibe con claridad que están en el tramo final del reinado de Alfonso XIII. Un día, toda la familia acude a la casa real; los hijos de ambas familias desayunan juntos. Será la última vez que acudan al Palacio Real.
El autor, al hilo de los sucesos históricos, relata la vida de Pablo y Rosa, junto a la de sus hijos e hijas. Como a veces ocurre en las familias numerosas, la vida de cada hijo e hija discurre por caminos diversos; las hijas mayores se casan, salvo la pequeña Elvira, enamorada de un joven vasco que trabaja en Madrid. Ambos saben que deben esperar a que Elvira sea mayor de edad para contraer matrimonio. Pero la historia de España se acelera. La República genera incertidumbre en una familia que mantiene su lealtad al rey en el exilio. Se siguen bien en el relato los acontecimientos de la vida pública. Uno de los hijos se incorpora a Falange, el otro sigue su carrera militar en Cartagena. El autor no oculta, sin entrar en detalles, las debilidades de varios miembros de la familia. La sublevación militar de 1936 cambia el tablero de sus vidas. La boda prevista de Elvira se tiene que retrasar; otros de la familia conocerán la cárcel y el trato de los revolucionarios y de los resentidos. Son años difíciles que dejan varios fallecidos en la familia; la vida de Elvira sufre un giro inesperado, que se refleja en los documentos que Nelsy lee, con más interés que si fuera una novela romántica. El autor, por medio de los avatares de una familia, refleja los rasgos esenciales de esos años. El lector descubrirá la variada gama de colores que aparecen en este fragmento de la historia, que para esa familia es casi toda su existencia.