Isabel, española de 24 años, quiere compartir la pobreza de los más pobres, ayudar a los más necesitados y decide ir a la India, una aventura que la lleva a olvidarse de su vida cómoda y a encontrar la dicha de servir. Al poco tiempo cae en la cuenta que su ideal no es sencillo. Se enfrenta con dificultades que nunca hubiera podido imaginar.
Entre ellas sobresalen algunas: las epidemias que ponen en peligro la vida de muchas personas; ella quería salvar a Esperanza, mordida por un perro rabioso pero es casi imposible lograr obtener el antídoto y más aún en medio de un monzón -tempestad de mayo a octubre- que azota Bombay y agudiza la miseria de las personas que viven en chozas, chabolas, o en la calle. El segundo reto que se le presenta es la violencia originada por el odio entre musulmanes e hindúes. Y el tercero es que desaparezca la desconfianza ante ella de parte de los miserables de los “slums” que la ven como a una extraña joven blanca.
En medio de esta situación descubre muchas verdades pues acude a las monjas mayores de la misión para que le expliquen lo que se plantea en su interior. Pasa por etapas oscuras, por la indignación que produce la discriminación de los cristianos, por la incapacidad de entender las inmensas desigualdades sociales. El ejemplo de ellas es lo que la sostiene en medio de la tempestad espiritual.
Es un libro muy bien escrito, ágil, fácil de seguir, corto, que atrapa desde el inicio, atractivo y que lleva a la reflexión personal. Se puede recomendar a adolescentes que no tienen hábitos de lectura. El autor, novelista español, dirige el proyecto Excelencia Literaria y algunos de sus escritos se han convertido en clásicos de literatura para jóvenes.