
Se reúnen en este volumen las treinta crónicas escritas por el autor para el diario "El País" en el verano de 2015, mientras recorría los lugares por los que transitó don Quijote en las tres salidas que hizo: por la Mancha, por Sierra Morena y hasta Aragón y Cataluña. Además de un homenaje cervantino, al cumplirse el cuarto centenario de la muerte del escritor, es también un reconocimiento a Azorín que, en 1905, recorrió los lugares manchegos del Quijote, en tren y en carro, y escribió las crónicas correspondientes para "El Imparcial", editadas luego bajo el título de "La ruta de don Quijote". El libro de Llamazares resulta muy ameno, la prosa es de gran calidad y el autor compagina las referencias a la inmortal novela cervantina con la realidad que va observando.