
Impresionante trabajo desarrollado por el pensador inglés sobre la tetralogía de Richard Wagner, El anillo del nibelungo. Como en todas sus óperas, Wagner deja muchos aspectos para ser analizados; su propia forma de vivir y de pensar no fueron sencillas. Wagner no solo trabajaba la música, dedicó un gran esfuerzo a la letra y al mensaje contenido. Esta tetralogía la compuso durante más de 25 años, introduciendo numerosos cambios en el transcurso del tiempo. Scruton, con su estilo difícil, reiterativo, denso parte de la obra y de la biografía de Wagner para introducirnos en la difícil Alemania de su tiempo y, sobre todo, en la filosofía que cautivó al joven compositor, sin olvidar que participó en las barricadas junto al anarquista Bakunin y que durante un tiempo fue inseparable de Nietzsche hasta que éste se sintió traicionado. Al final, Wagner terminó convencido de que los sueños socialistas también eran ilusorios.
Scruton explica el argumento y busca el simbolismo de los personajes extraídos del antiguo cantar de los Nibelungos, combinado con sagas escandinavas e islandesas para crear un drama que explique el origen y el final del mundo donde se entremezclan tres niveles, el inframundo o ‘Nibelheim’, el mundo de los humanos y el mundo de los dioses o “Valhala”, una lucha que Scruton reduce a la dicotomía “amor” y “poder” y eso requiere sacrificio y redención, conceptos que nada tiene que ver, como se ha querido interpretar, con la Redención cristiana. Wagner, hegeliano y seguidor de Feuerbach y Schopenhauer, tiene claro que los dioses deberán desaparecer para que el hombre llegue a su plenitud, aunque para esto sea necesaria la muerte trágica del héroe, Siegfrido. En Wagner el arte ocupa el lugar de la religión y obtiene un grandioso espectáculo, pero manipulando las ideas, la religión y la sociedad.
Seguir los pasos que nos va marcando Scruton no es sencillo, es un recorrido complicado y arduo que puede emocionar al wagneriano apasionado, pero también se puede convertir en una tarea ardua y difícil para quien no tenga interés o no conozca las óperas de Richard Wagner.