
El concepto de la libertad ocupó gran parte de la obra de Isaiah Berlin. En este volumen ofrece tres artículos, el primero, largo y profundo, sobre los dos conceptos de libertad, positiva y negativa. “Por libertad negativa entendía la ausencia de obstáculos que bloquean la acción humana”; por libertad positiva “se deriva del deseo por parte del individuo de ser su propio amo. (…) Quiero ser un sujeto y no un objeto”.
El segundo artículo, muy breve, reproduce la vivencia infantil, durante la revolución rusa de octubre de 1917, del asesinato del jefe de la Cheka de Petrogrado y la evidencia de que el terror y la violencia son dos pilares necesarios para el éxito de cualquier revolución. En el tercero describe su trayectoria intelectual, volviendo sobre los aspectos fundamentales que han marcado la política de nuestro siglo, como el monismo, la libertad, el determinismo y el pluralismo.
Isaiah Berlin es un pensador liberal, centrado en la convivencia del hombre apoyado en principios y valores sociales de respeto y pluralismo, basados en los principios judeocristianos, pero sin un Dios que los avale.