
Publicado por primera vez en 1977, es la primera obra póstuma de san Josemaría. Recoge 18 homilías pronunciadas entre 1941 y 1968. Su objetivo es ayudar a vivir la amistad con un "Dios cercano al lector" utilizando como punto de referencia una serie de virtudes humanas y sobrenaturales. Son homilías en las que el autor toma las virtudes cristianas como hilo conductor de su coloquio filial con Dios. En la presentación del libro, Mons. Álvaro del Portillo precisa que estas homilías "contienen doctrina vivida, donde la hondura del teólogo va unida a la transparencia evangélica del buen pastor de almas (...) En este segundo volumen de homilías recogemos algunos textos que se editaron mientras Mons. Escrivá de Balaguer se encontraba aún a nuestro lado, aquí en la tierra, y otros de los muchos que dejó para publicar más adelante, porque trabajaba sin prisa y sin pausa."