Adam Zagajewski (1945-2021), una de las figuras más prestigiosas de la literatura mundial de las últimas décadas, eterno candidato al Nobel, fue ante todo poeta. Un poeta profundo, humanísimo. En este poemario, traducido por Xavier Farré, para nosotros póstumo, tiende la mirada a su vida, como ya lo hizo en su libro de memorias En la belleza ajena, con melancolía y brillantez, sin levantar la voz, para apresar esos instantes de gozo en lo pequeño y cotidiano, en los que se esconde la verdadera vida: “Un museo de apicultura, ¿puede haber / algo más inocente? / Aquí no aparecen los ministros / ni los roqueros famosos, a decir verdad / ni siquiera hay abejas”.
El poema titulado “Santiago de Compostela” me trae a la memoria su paso por la Universidad de Navarra: “Santiago es la capital secreta de España / De día y de noche patrullas van hacia ella”. Zagajewski, consciente de que “el poeta sufre por millones”, logra destilar, de su vida convulsa, momentos de verdadera eternidad.