Un sillón que mira al Sena

[Un fauteuil sur la Seine]
Año: 
2016
Género: 
Público: 
Valoración moral: 
Género: Pensamiento
Sin inconvenientes.
Requiere conocimientos generales en la materia.
Lectores con formación específica en el tema.
Presenta errores doctrinales de cierta entidad.
El planteamiento general o sus tesis centrales son ambiguos o se oponen a las enseñanzas de la Iglesia.
La obra es incompatible con la doctrina católica.

A raíz de su ingreso (2012) en la Academia de Francia, el autor (Líbano, 1949) preparó unas breves biografías de los que le precedieron en este lugar, desde la fundación de la Academia hace ya 400 años: personajes tan relevantes algunos como Henri de Montherlant, el fisiólogo Claude Bernard, Ernest Renan (el autor de "La vida de Jesús") o su inmediato antecesor en el puesto, el antropólogo estructuralista Claude Lévi-Strauss. Estas semblanzas constituyen el presente libro, de indudable calidad literaria.

En cuanto a la orientación ideológica de sus páginas, primordialmente descriptivas como corresponde a un anecdotario biográfico, Maalouf evita ordinariamente la alabanza o la crítica merecidas. Llama “filósofos” a los enciclopedistas y a Voltaire le califica de un gran hombre, y alabará sólo las virtudes humanas o la capacidad de gobierno de sus antecesores, pero es aséptico en lo doctrinal. Esto podría llevar a engaño a quienes busquen en sus páginas una valoración o criterio moral sobre los personajes mencionados: sus puntos de referencia son meramente políticos, de relaciones de poder.

Aun así, la buscada asepsia de Maalouf fallará en ocasiones, pues en el caso de Renan, califica a quienes le condenaron como un ejemplo típico de perseverante odio tenaz de los círculos clericales, pues su Vida de Jesús no merecía ese juicio: tampoco aquí la postura de Renan denigra en modo alguno a Jesús, el venerado personaje. Además apunta que esta obra de Renan tuvo un efecto beneficioso: librar a la Iglesia en contra de su voluntad, de sus propias rigideces mentales para que en Occidente la fe pudiera coexistir con la ciencia, el progreso y la libertad. El capítulo sobre Renan terminará relativizando la veracidad histórica de los evangelios con la frase "dicen que un centurión romano pronunció (…) ‘este hombre era en verdad el hijo de Dios’".

F.J. (España, 2016)