Es el número 11 de la serie del comisario Salvo Montalbano. La trama de la novela se sitúa en el año 2001, en el marco de la cumbre del G-8 celebrada en la ciudad italiana de Génova. El protagonista se encuentra en el mar con un cadáver medio descompuesto. A los pocos días también en una playa de Sicilia un chiquillo de 6 años que acaba de desembarcar se escapa de su madre, mira con ojos de súplica a Salvo, a los pocos días es atropellado por un automóvil y muere. Se trata de una doble investigación: la más difícil de las que ha llevado el comisario. Las cosas no son lo que parecen. Es un caso complejo, enredado y muy duro.
El estilo del libro es ameno, asequible, con mucho suspenso y drama. Manifiesta la profunda dimensión humana del detective, que a pesar de estar siempre enojado, resulta simpático por sus ocurrencias y particular sentido del humor. Vive desilusionado del gobierno que le provoca desconfianza y de algunos miembros de la policía que no han actuado bien. Tiene un fuerte afán de justicia y es honrado. Por eso está decidido a dimitir de su trabajo. Utiliza en muchas ocasiones un lenguaje soez. El autor es novelista italiano de gran éxito en su país.