
Es la historia de la conversión de la autora. Relata muchos detalles personales que hacen la narración muy amena y de alto valor literario. Describe con maestría y buen humor todos los pasos de su gran aventura, ya que nace y se educa en un ateísmo militante en el que adquiere todos los prejuicios negativos hacia la religión en general y al cristianismo en particular. Expone todas las dificultades que encuentra en su camino y cómo las va superando. Este libro es una buena introducción a la Iglesia católica y ayuda a una catequesis formal. Su lectura puede ser también de gran provecho para católicos, no católicos y no cristianos.
Termina el libro contando su primera confesión y la alegría y emoción de la confesión oral y del perdón de Dios. Internet juega un papel muy importante en su conversión. Al empezar su búsqueda de Dios abre un blog donde expone sus dudas y pide consejos. El Catecismo de la Iglesia Católica le sirve de continua referencia. Desde el principio encuentra una buena ayuda en Mero Cristianismo de C.S. Lewis y en las obras de San Agustín. Todos los pasos hacia la Iglesia los da junto a su marido, agnóstico, con quien tiene tres hijos a lo largo de la conversión de ambos. Uno de los asuntos mejor tratados es el de la anticoncepción.