Smartphone. 10 razones para no regalarlo tan pronto

[Smartphone. 10 raggioni per non regalarlo alla prima comunione]
Año: 
2021
Género: 
Público: 
Tags: 
Editorial: 
Rialp
Ciudad: 
Madrid
Año de publicación: 
2021
Páginas: 
110
Valoración moral: 
Género: Pensamiento
Sin inconvenientes.
Requiere conocimientos generales en la materia.
Lectores con formación específica en el tema.
Presenta errores doctrinales de cierta entidad.
El planteamiento general o sus tesis centrales son ambiguos o se oponen a las enseñanzas de la Iglesia.
La obra es incompatible con la doctrina católica.
Calidad literaria: 
Recomendable: 
Transmite valores: 
Contenido sexual: 
Contenido violento: 
Lenguaje vulgar u obsceno: 
Ideas contrarias a la doctrina de la Iglesia: 
La calificación de las distintas categorías proviene de la opinión de los colaboradores de Delibris

El teléfono celular inteligente o smartphone es un instrumento de comunicación que permite la navegación en Internet, el acceso a las redes sociales, el uso de muy diversas apps… Muchos padres, madres y educadores se preguntan desde qué edad es conveniente poner estos aparatos en manos de los niños, adolescentes o jóvenes. En este libro, Stefania Garassini toma una posición clara para responder a esa pregunta: no antes de los 13-14 años. Lo argumenta con 10 razones que explica con convicción, en un estudio bien documentado, que remite a una bibliografía amplia.

Los títulos de cada apartado son suficientemente expresivos: la falta de preparación de los usuarios más jóvenes (Es como un Ferrari, no se lo dejes a un novato); la dificultad de respetar las reglas de las propias redes sociales, que exigen que los usuarios tengan al menos 13 años, por lo que regalarlo antes “es una incitación a la mentira”; el teléfono inteligente incide en los aspectos emocionales en los que los más jóvenes son vulnerables; “es adictivo”, según los estudios científicos; en algunos casos, puede presentar “riesgos innecesarios para la salud”, o inconvenientes que pueden incluso “robar la infancia a los hijos”.

La autora, sin embargo, no se queda sólo en el aspecto de denuncia o de advertencia alarmante. En los siguientes apartados ayuda a reflexionar sobre otros aspectos, que lleva consigo el uso del smartphone, dando por supuesto que tarde o temprano llegará. Por eso, aborda, con sentido común, la necesidad de fijar unas reglas de uso, pocas, claras. Es interesante, por ejemplo la cita de Janell Burley Hoffman: “Trate la contraseña de su hijo como si fuera la puerta de un dormitorio: llame antes de entrar, pero no acepte que le cierren la puerta”. Reflexiona también sobre la necesidad de proteger la navegación en Internet, con los sistemas de control parental que ofrecen los propios proveedores de servicios, o también con otras aplicaciones y software específico.

Retrasar la compra del smartphone no es suficiente. Sobre todo, concluye la autora, es necesario educar: ayudar a los hijos a reconocer por sí mismos los contenidos útiles o interesantes y a rechazar los contenidos tóxicos. Para eso, el ejemplo de los padres tiene un gran valor educativo: están llamados a ser mentores de los propios hijos en el uso de esta tecnología.

Autor: Santiago Álvarez, Guatemala
Fecha de actualización: Nov 2021