No digas nada

Patrick Radden es periodista del New Yorker y ha dedicado cuatro años a la investigación de todos los sucesos que narra. Ha llevado a cabo más de cien entrevistas y realizado siete viajes a Irlanda. Es una obra de no-ficción narrativa (periodismo narrativo), basada toda ella en hechos reales, según apunta el propio escritor. Estamos ante la historia del IRA. Afirma Patrick que "el entramado que formaban las vidas de Jean McConville, Dolours Price, Brendan Hughes y Gerry Adams me inspiró para contar una historia sobre como ciertas personas llegan a radicalizarse en su devoción a una causa".
El escritor narra, utilizando abundante documentacion, momentos importantes de la andadura del IRA: fundación, violencia, proceso de paz, entrega de armas, cuestión de los desaparecidos, prácticamente hasta la actualidad. Como información y ejemplo del ambiente de esos años, desarrolla más detalladamente un caso bastante cruel. En diciembre de 1972, varios encapuchados secuestraron a Jean McConville, viuda de 38 años, con diez hijos. Nadie dudó, en aquel barrio católico de Belfast, que se trataba de una represalia del IRA. Sin embargo, el crimen no empezó a resolverse hasta el 2003, cinco años después de los acuerdos de paz del Viernes Santo, al hallarse los restos mortales de McConville en una playa solitaria. Cuando un fiscal ordenó la investigación de algunas de las "Boston Tapes" (grabaciones auspiciadas por los jesuitas del Boston College, en las que los miembros del IRA daban cuenta de sus acciones a la posteridad), se pudo reabrir uno de los casos más crueles de la historia criminal de Irlanda del Norte: la desaparición y muerte de McConville. Patrick indaga las peculiaridades del conflicto durante las décadas 70, 80 y 90 del siglo pasado, y la evolución política y táctica del republicanismo norirlandés.
El autor menciona algunos de los personajes importantes, como por ejemplo: Dolours Price. Sus padres (Albert y Chrissie) eran republicanos, partidarios de expulsar a los ingleses. Albert explicaba a Dolours y a sus dos hermanos cuál era el sistema más seguro de fabricar bombas caseras. Participa en atentados y se la considera una de la mujeres más peligrosas del Ulster. Poco a poco irá acercándose a posturas más pacificas. Participó en la tragedia de McConville. Gerry Adams era católico. Desde pequeño conoció el IRA. Propone una guerra larga; logra mantenerse en la sombra de todo lo que realiza el IRA, y nunca se le incriminó en nada grave. Aparecía, más bien, como estadista político pacifista. Brendan Hughes es más partidario de la violencia, atentados, huelgas de hambre, etc....
Estamos ante un excelente libro de historia muy bien escrito y documentado, algo complejo, pues la cuestión lo requiere. Gustará especialmente a los interesados por conocer con más detalle el drama que vivió Irlanda. Tiene algunos detalles sensuales.