Pequeño diario

Valoración moral: 
Género: Pensamiento
Sin inconvenientes.
Requiere conocimientos generales en la materia.
Lectores con formación específica en el tema.
Presenta errores doctrinales de cierta entidad.
El planteamiento general o sus tesis centrales son ambiguos o se oponen a las enseñanzas de la Iglesia.
La obra es incompatible con la doctrina católica.
Calidad literaria: 
Recomendable: 
Transmite valores: 
Contenido sexual: 
Contenido violento: 
Lenguaje vulgar u obsceno: 
Ideas contrarias a la doctrina de la Iglesia: 
La calificación de las distintas categorías proviene de la opinión de los colaboradores de Delibris

La autora (1905-1938), religiosa de la Congregación de la Madre de Dios de la Misericordia, de Cracovia (Polonia), escribió el libro por orden de su director espiritual, Miguel Popocko. La devoción a la Divina Misericordia, aunque muy extendida en Polonia, se ha difundido por el mundo gracias a Juan Pablo II, que dedicó su segunda encíclica a ella y estableció posteriormente su fiesta en el segundo domingo de Pascua. 

El libro -contenido en seis cuadernos- es autobiográfico. Al hilo del relato de las distintas circunstancias de su vida y enfermedades, refiere, de modo vivo, las inspiraciones que recibía del Señor, con quien mantenía un trato muy confiado: el núcleo de su mensaje -lo que Jesús deseaba que difundiera- es que lo principal en la vida de un cristiano, lo que más agrada a Dios, es el cumplimiento de su Voluntad. 

El diario trata con detalle muchos aspectos y virtudes de la vida cristiana, útiles para ahondar en la vida interior: la piedad filial y la vida de infancia, el no fiarse del propio juicio, la docilidad en la dirección espiritual con plena sinceridad; el valor de lo poco hecho por amor; el no desanimarse cuando se comprueban los propios defectos, etc. La Autora presenta su vocación y votos del modo en que era común en su época (primer tercio del s. XX), es decir, como una llamada a una "vida de perfección" superior a la de los fieles laicos. No se encuentra en este libro una espiritualidad laical, sino un ejemplo admirable de santidad. Un testimonio de gran valor para todos, laicos o religiosos, sobre qué supone amar a Dios sobre todas las cosas. A lo largo del diario se relatan bastantes sucesos extraordinarios. Aunque esto podría dar la impresión de que la santidad tiene manifestaciones fuera de lo común, no es esta la convicción de santa Faustina, que se limita a narrar sencillamente lo que el Senor ha querido para ella. Parte importante de los diarios gira alrededor de la devoción a la Divina Misericordia, concretada en algunas prácticas de piedad específicas. La autora afirma muchas veces cómo el Señor le ha indicado que difunda tales prácticas, haciendo depender de ellas la salvación de muchas personas. Un lector que conozca el valor que la Iglesia reconoce a las revelaciones privadas, no se sentirá obligado, sin embargo, a asumirlas o difundirlas: Dios ha previsto también otros medios –que la santa no trata en estas páginas, simplemente porque no son su objeto– para vivir el espíritu de reparación y para conducir –por ejemplo, mediante el apostolado personal– a las almas hacia Él. Sin duda, el libro llevará al lector a profundizar en la Misericordia divina, pero este fruto, bueno para cualquiera, no tiene que estar ligado a las prácticas concretas de piedad que propone.

L.D. - M.I.M. (2012)