
En una era en la que se premia la eficiencia por encima de todo, es de agradecer un libro que destaca el valor de detenerse. Vale la pena vivir el presente, frenar la velocidad y hacer pausas para apreciar, reflexionar, interiorizar o disfrutar. Pueden ser unos segundos, semanas, años… Lo importante es entender que la pausa es parte del trabajo y de la vida. Facilita la creatividad, la comunicación y las relaciones personales. Además, un descanso beneficia la salud y la felicidad. Permite pensar de otra forma, usar otras cualidades personales como la imaginación, las emociones… y no ver a los otros siempre bajo presión.
La pausa tiene variedad, profundidad y complejidad. Es una puerta a otras alternativas y posibilidades que aporta mayor dimensión a nuestra experiencia. El estilo del texto es sencillo, profundo, tranquilo, agradable e inspirador. Brinda herramientas prácticas para recuperar el control de nuestro tiempo.
El autor es miembro asociado de la Escuela de Negocios Saïd de la Universidad de Oxford. Allí diseña e imparte cursos de educación ejecutiva y organiza convivios de fin de semana para profesionales ocupados.