Peter Els, profesor de composición y químico en sus ratos libres, monta un laboratorio en su casa, y empieza a mutar ADN de bacterias. Acusado de bioterrorismo, con una sensibilidad fuera de lo normal, mientras huye, va rememorando su vida: compositor, marido, padre, divorciado... pues todo lo sacrificó al arte, un arte efímero, vanguardista, que no ha trascendido.
El protagonista está en una búsqueda constante de la obra de arte, sacrificando toda su vida en conseguir plasmar musicalmente los sonidos que su mente y sensibilidad crean. El modo de escritura es magistral, fluye, como la música. Pero dudo que quien no tenga conocimientos musicales pueda disfrutarlo, pues la terminología utilizada es continuamente musical. El autor, americano, tiene multitud de premios. Difícil novela, aunque la escritura es genial. No tiene descripciones desagradables, aunque su conducta y el mundo donde se mueve, de artistas descerebrados, es muy tóxico.