
Excelente libro autobiográfico. La autora, hija de padre belga-estadounidense y de madre inglesa, nace en Wondelgem (Bélgica) en 1912, pero la familia se traslada a Estados Unidos al desencadenarse la Gran Guerra. Mary Sarton ha dejado una copiosa obra literaria, pues ha cultivado la poesía, la novela, textos memorialísticos, libros para niños. Falleció en Nueva York en 1995.
Este relato es un canto a la naturaleza, donde la autora narra en primera persona las vicisitudes por las que pasó al tomar la decisión de comprar una casa ruinosa en Nelson, un pueblo de una zona bastante despoblada de Nuevo Hampsire, en Estados Unidos, a finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta del siglo XX: la compra, las obras de reconstrucción de la casa y de acondicionamiento del jardín, el asentamiento en el lugar y las relaciones con los vecinos, personas menos cultas que ella, pero llenas de excelentes virtudes... También cuenta las visitas de otros escritores y amistades, y la huella que han dejado algunas personas en su vida, especialmente sus padres, y que ella ha procurado que se note en detalles de la casa y del jardín. A esto, se añaden interesantes reflexiones sobre la creación literaria, el papel de la crítica... Prosa muy cuidada, descripciones llenas de precisión y de lirismo. Libro para leer despacio, para saborearlo. Aunque muestra una gran pasión por la naturaleza y la vida apacible en el campo, no la idealiza, pues muestra también las carencias, dificultades, etc.