
El libro, editado por el Prof. Rafael Navarro-Valls, recoge veinte testimonios sobre su hermano, Joaquín Navarro-Valls, que durante veintidós años fue portavoz del Papa Juan Pablo II y del primer año de Benedicto XVI. Incluye contribuciones de políticos como Alberto Michelini (RAI y luego Parlamentario Europeo) y Beatrice Lorenzin (Ministra de Salud italiana); vaticanistas como Luigi Accattoli y Valentina Alazraki; su sucesor en el cargo, Federico Lombardi; su segundo en la Sala Stampa, Ciro Benedettini; profesores como Janne Haaland Matlari, George Weigel, Yago de la Cierva y Norberto González Gaitano; directores de medios como Ezio Mauro (La Stampa y La Reppublica), Luis María Ansón (ABC), Víctor Simpson (Associated Press) y su esposa, Daniela Petroff-Simpson; empresarios como Paolo Arullani; médicos que le atendieron en sus últimos meses de vida como Rossana Alloni; y el cardenal Stanislaw Dziwisz, que fue secretario de san Juan Pablo II durante cuarenta años. El libro inicia con un texto del editor y hermano de Joaquín, el Prof. Rafael Navarro-Valls, y concluye con una entrevista a Joaquín realizada por Juan Vicente Boo y publicada en el diario ABC.
La obra toca hechos históricos de gran relieve, como las conferencias de El Cairo y Pekín, la negociación del viaje del Papa a Cuba, las visitas de Gorbachov al Papa, etc. Interesará particularmente a los profesionales de la comunicación porque se abordan temas como la confianza en el papel de los medios de comunicación, la gestión de crisis, la importancia del trabajo bien hecho, el valor del respeto y de la escucha, la profesionalidad en el trabajo, etc.
A través de hechos e historias concretas se presenta la gran talla humana, teológica y espiritual de san Juan Pablo II y su santidad, así como algunos de los problemas que afrontó. Se destaca también la ayuda que le prestó Joaquín en la comunicación y la recepción de esos retos, como un colaborador de plena confianza. Además se pone en evidencia la categoría humana y profesional de Joaquín Navarro-Valls y sus deseos de ser santo en medio del mundo —en su trabajo— y de servir a Dios, a la Iglesia y a los demás, según el espíritu del Opus Dei, con cuyo fundador, san Josemaría Escrivá de Balaguer, trabajó durante sus primeros años en Roma.