
Es un libro magnífico y estremecedor. Quizá uno de los testimonios más dramáticos sobre medio siglo de historia de Europa. El Cardenal Mindszenty (1892-1975), primado de Hungría después de muchos años de silencio y de perdonar a sus enemigos, decidió escribir sus Memorias con más de 60 años de edad. Fue perseguido por los nazis y martirizado por los comunistas. Estuvo 8 años en prisión.
Un hombre enamorado de Dios, de la Iglesia, de su patria, de los fieles húngaros -nunca dejó de considerarse su pastor- muestra una fortaleza inigualable. Elijo sólo un ejemplo, que refleja su intensa vida interior y que él narra, como de pasada, en la cárcel: en un día normal para un preso, celebraba la santa Misa en su celda en la que duraba 2 horas y media, hacía tres horas de oración con la ayuda de su Breviario, rezaba 6 rosarios con intenciones concretas; a pesar de que pasó por tormentos inhumanos, humillaciones, soledad, enfermedad y un sin fin de crueldades, afirma que allí recibió de Dios más gracias que estando libre. Recomiendo ampliamente su lectura.