
La autora es más conocida por escribir cuentos, pero aquí se trata de una novela, que tardó 7 años en escribirse, en la fase final de su vida.
Este libro grotesco describe la religión en el sur negro estadounidense: muy personal, centrada en el corazón, poco organizada, casi autodidacta, en la que todo el mundo hace lo que se le ocurre.
En el libro se enfrentan a un hombre sin Dios (Raybar), con una visión puramente humana de la vida, con grandes conocimientos, pero totalmente cerrado a algo más; y un joven pariente suyo (Tarwater), que fue llamado a ser predicador/profeta, y que trata de escapar de esta vocación que le fue impuesta.
El comienzo del libro narra el comienzo de la vida de Tarwater, cuando deja el hogar donde creció, y se enfrentará a Raybar: este quiere bajarlo a la tierra, civilizarlo: todo el libro es una lucha de uno contra la resistencia del otro.
Un libro con cierta violencia física y moral, con un asesinato, mostrando dónde se puede caer cuando se huye de Dios, y la futilidad de esa huida.