
En este ensayo el autor subraya la importancia de transmitir la cultura, tarea tanto de los padres como de los educadores. Hoy en día, debido a las influencias de personajes como Descartes, Rousseau y Bourdieu —a quienes dedica un capítulo explicando su visión de la cultura y de la educación—, no está bien visto transmitir a los niños estos conocimientos, por el miedo a influir en su desarrollo espontáneo. Muchas veces, se anima a los más jóvenes a buscar por sí mismos la verdad, que sean ellos quienes la descubran a través de las experiencias. El alumno de hoy no tiende a adquirir conocimientos, sino a aprender cómo “saber hacer”. Bellamy alerta de los problemas que esto conlleva, y anima a volver a transmitir lo que cada uno ha recibido y a volver encontrar el sentido de la cultura.