Colson Whitehead ha obtenido su segundo premio Pulitzer con la novela Los chicos de Nickel. Es una obra de ficción inspirada en la historia real de la Escuela Dozier para chicos de Marianna, Florida. Aborda la cuestión de la violencia y de la segregación racial en Estados Unidos. Ya en el prólogo, el autor hace referencia a la existencia de un cementerio secreto al lado de la Escuela. Una alumna de la Universidad del Sur de Florida lo sacó a la luz pública, décadas después que el primer chico negro fuera arrojado al hoyo en un saco de patatas. Los estudiantes de arqueología trabajaron a fondo en el tema, identificando los restos humanos de 43 niños negros y 7 sin identificar. Tuvo repercusiòn en los medios de comunicación.
Dos son los personajes centrales de la novela: Elwood Curtis, que vive en Nueva York, y su amigo íntimo en el reformatorio, Turner. Elwood recibió gozoso, en Navidad, como regalo un disco con los discursos de Martin Luther King. Después de escucharlos repetidamente, sus ideas sobre los derechos civiles y segregación racial fueron calando. Es un buen muchacho de raza negra, inteligente, que quiere ir a la Universidad. Pero durante el viaje hace auto stop, y tiene inocentemente un percance, terminando en la Academia Reformatorio Nickel. En teoría se trataría de formar hombres rectos y cabales pero, en realidad, en esta institución los alumnos negros sufren un maltrato notable, llegando incluso a la muerte. Elwood intenta sobrevivir como puede en este lugar, junto a Turner su mejor amigo de la Nickel. Turner que es mas espabilado y veterano, le va enseñando a Elwood a manejarse con compañeros que son muy brutos e ignorantes, y por lo general, violentos. Elwood lo pasa tan mal que llega incluso a dudar de los bellos discursos de Matin Luther King. Los dos amigos traman un arriesgado plan, que no saben si saldrá adelante. Está bien escrita, con ritmo ágil y de fácil lectura. Está bien ambientada. Tiene escenas violentas y algunos apuntes sensuales.