
A partir de su experiencia como psicóloga y psicoterapeuta, la autora ofrece este ensayo sobre el amor humano y las relaciones de pareja. Parte de presupuestos humanísticos y cristianos, a la vez que refleja -de modo muy pegado al terreno- la situación social en occidente, donde en el ámbito matrimonial y familiar se observan muchas heridas y situaciones alejadas del ideal cristiano.
En cada capítulo, se presenta un caso clínico, en ocasiones de una cierta crudeza, que sirve como punto de partida o de desarrollo de las reflexiones.
En la primera parte, con el título Para volver a entenderse, la autora trata de algunos temas que considera que se encuentran en el fundamento de las relaciones de pareja: la dimensión corporal de la persona; el sexo y su significado. Adopta una visión crítica y, a la vez, realista ante concepciones muy difundidas pero insatisfactorias. Sigue un capítulo sobre el aburrimiento, como enemigo de la fidelidad y, como contrapartida, la necesidad de mantener la creatividad en el amor y otro apartado sobre “promesa y sentimiento de culpa”.
La segunda parte, titulada El desafío del matrimonio, es más práctica. Se trata, en primer lugar, del fenómeno del enamoramiento, que se percibe inicialmente como algo que se padece (en ocasiones se adopta una perspectiva con resonancias psicoanalíticas), pero que ha de evolucionar hacia una auténtica elección. A continuación, se abordan el tema de la convivencia (¿por qué convivir? ¿por qué casarse?) y la paternidad y maternidad. Otro capítulo, titulado “los ejes de la familia”, dedica especial atención a la dimensión horizontal (entre los esposos, que da lugar a la fidelidad) y a la vertical (tanto hacia los hijos, en sentido descendente, como hacia la familia de origen, en sentido ascendente). Sigue un bonito capítulo sobre el perdón. El libro concluye, de modo optimista, señalando que, a pesar de las dificultades, es posible mantener la decisión de permanecer juntos, que se funda en la actitud recíproca de confianza.