
Como en otras historias de la autora, los libros de una casa mágica entre las ramas de un roble, tiene el efecto misterioso de trasladarte a otro lugar. En esta ocasión Jack y Annie no encuentran a la bibliotecaria Morgana, quien con sus poderes mágicos lograba los traslados. Pero sí encuentran un mensaje y un ratón. Los efectos son similares porque rápidamente, antes de que se puedan poner a buscar a Morgana, suben por la escala del árbol dos guerreros ninjas, propios del Japón en el siglo XVI. Conviven con ellos unas horas, pero estos les tienen que abandonar para enfrentarse a los samuráis, guerreros también del antiguo Japón. Afortunadamente Jack y Annie logran regresar a la cabaña de Pensilvania, Estados Unidos, de la que han partido. El libro tiene más detalles, pero sólo interesan si el lector domina suficientemente bien la lectura como para percibir las secuencias secundarias. Esta fórmula lograda por la autora, atrae a los chicos inquietos en busca de resolución de misterios.