Hay decenas de biografías de la Madre Teresa de Calcuta, sin embargo ésta es especial por las fuentes que utiliza el autor, funcionario público de la India que logró ser amigo íntimo y colaborador suyo durante 25 años sin importar en absoluto que no compartiera su fe. Chawla accedió a documentos y testimonios de primera mano y lo más importante fue la total colaboración, información y aliento de la propia Madre Teresa quien siempre tuvo tiempo para él, aunque en algunos puntos de vista no coincidieran. Tardó 5 años en escribirlo pues buscaba oportunidades para tener conversaciones personales con ella, por ejemplo, los viajes que hacía para su Misión.
Es un libro lleno de ternura y fuerza. Consta de 11 capítulos centrados sobre todo en el trabajo de las Misioneras de la Caridad: escuelas, clínicas, hogares para niños abandonados, para los afectados por la lepra, indigentes y moribundos. El autor, hindú “con cierto eclecticismo” como se califica él, penetra en el corazón de su biografiada y descubre su secreto: una profunda fe en Cristo a quien ve en todas las personas que atiende y la Eucaristía que fue siempre su sostén.
El último capítulo es muy simpático pues la llama la mujer más poderosa del mundo porque además de entrar a cualquier hora al despacho del Primer ministro de Bengala -marxista y ateo con quien tiene en común el amor por los pobres-, tiene influencia en muchos presidentes, príncipes y grandes personalidades aunque evita por completo la política. En menos de 40 años la misión echó raíces en todas las ciudades y pueblos de la India al igual que en otros más de 100 países. Su fundadora estaba convencida de que su vida carecía de importancia y vivía completamente compenetrada con Dios.