Este libro ("Imparables") escrito por Harari, historiador y escritor israelí, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, está dirigido especialmente a un público juvenil. Intenta divulgar una historia de la humanidad desde los comienzos hasta el presente, y mostrar como los humanos han ido conquistando, poco a poco, pero de modo imparable toda la tierra.
El lenguaje es sencillo y ameno, animado por numerosas ilustraciones. Harari es abiertamente ateo y gay; su marido se llama Karmai Yosef. En base a unos pocos datos construye, con su imaginación, una historia de la humanidad, en sus pasos más importantes. Contiene numerosas afirmaciones erróneas en contra de la recta razón y de la doctrina católica. Por lo demás, el autor insiste en que se trata de una historia real.
Indicamos a continuación algunos de los errores más notables que aparecen en la obra: Hace millones de años, los humanos eran sólo animales normales y corrientes. Con insistencia repetirá que los humanos son animales. Las pesadillas sobre monstruos que tienen los niños por la noche, sería recuerdos de los que existieron hace millones de años. Algunos animales tienen habilidades curiosas, también los humanos saben usar herramientas, hacer fuego, etc. Los antiguos humanos comenzaron a cocinar; este hecho de la cocción hizo que el cerebro humano creciese; sus estómagos se encogían pero sus cerebros crecían, y la gente se volvió más inteligente. Pero eran un animal más. Todos los grandes logros de la humanidad se deben al superpoder de la mutua cooperación de todos los humanos: así vencieron a los neandertales y demás humanos. Nuestro superpoder, para ser imparables, también consiste en que somos los únicos animales que pueden inventar y creer en leyendas, cuentos de hadas, mitos. El cerebro genera historias, que sirven para unir a los humanos. Los adultos creen, de este modo, muchas historias sobre dioses. Efectivamente, aparece también la ideología de género explicada a los niños: existirían muchos tipos de familia. ¿Qué sucede cuando mueres? Te has ido y punto. No hay ninguna referencia a la dimensión espiritual y trascendente del hombre. Es partidario de un evolucionismo radical.
El libro no tiene inconvenientes de forma, aunque sí abundantes en cuestiones doctrinales. Es totalmente desaconsejable.