Historia de un amor eterno

[Historia de un amor eterno]
Año: 
2018
Género: 
Público: 
Editorial: 
Pandora
Ciudad: 
Guadalajara
Año de publicación: 
2018
Páginas: 
232
Valoración moral: 
Género: Pensamiento
Sin inconvenientes.
Requiere conocimientos generales en la materia.
Lectores con formación específica en el tema.
Presenta errores doctrinales de cierta entidad.
El planteamiento general o sus tesis centrales son ambiguos o se oponen a las enseñanzas de la Iglesia.
La obra es incompatible con la doctrina católica.
Calidad literaria: 
Recomendable: 
Transmite valores: 
Contenido sexual: 
Contenido violento: 
Lenguaje vulgar u obsceno: 
Ideas contrarias a la doctrina de la Iglesia: 
La calificación de las distintas categorías proviene de la opinión de los colaboradores de Delibris

El amor humano es un gran misterio. Beatriz (1927-2022), autora del libro, narra cómo su marido y ella tuvieron el privilegio de vivir el amor a primera vista. Durante toda su vida recordaron ese primer encuentro con un profundo gozo. Fue una de las experiencias más grandes que se pueden imaginar los seres humanos. El amor verdadero y definitivo, que no sólo perduró, sino que siempre fue en aumento. Tendrá su verdadera realización en el encuentro final en el corazón de Dios.

Son sus memorias donde se subrayan los años de noviazgo y de matrimonio y que termina con el 90 cumpleaños de Beatriz. Está estructurada en capítulos cortos, escritos de modo ágil, claro y familiar; al final incluye su testimonio sobre Flora y Kuka, sus dos mejores amigas, el árbol genealógico de la familia y una fotografía de todos los Orozco Celis con hijos, nietos y bisnietos. 

El origen de esta historia fue un encargo hecho por Efraín a su esposa Beatriz de escribir sus recuerdos desde que era pequeña, algunas historias que había narrado muchas veces a sus hijos para que lo leyeran después de su muerte. No pensaba en publicarlo hasta que su hija mayor la animó con la idea de que a sus hijos, nietos y bisnietos les encantaría conservar aquello que tantas veces les había relatado. Por fin se entusiasmó con el proyecto que fue posible porque ella tenía vena literaria. 

Llaman la atención tres cosas: la secuencia del discurso que sigue un hilo conductor por el que pasa de manera natural de un recuerdo al siguiente; las pausas en las que reflexiona porque se nota que busca dejar algo más que anécdotas y, sobre todo, los momentos en que, con total sencillez, parece olvidarse de sus lectores y, en un coloquio íntimo, habla de tú a tú con Dios. El título refleja el contenido del libro que está enriquecido con imágenes de la historia en blanco y negro, propias de la época. 

La boda fue el 18 de marzo de 1950 en la iglesia de nuestra señora del Carmen en Guadalajara, Jalisco, después de cuatro años de noviazgo. Su luna de miel fue en Pátzcuaro, Michoacán. El sueño de Beatriz era tener la primera noche de bodas vivida a plenitud, con el único amor de su vida y con la bendición de Dios. Y no se equivocó. Toda su vida recordaron esa noche como la más maravillosa de su historia, sintiendo que el resto fue una prolongación eterna de ese primer encuentro en el que ya no eran dos, sino una sola cosa. 

En su matrimonio vivieron épocas llenas de gozo y alegría y otras de grandes sufrimientos. Ni en unas ni en otras perdieron la felicidad que es algo más profundo que el simple bienestar y la consecuencia natural del verdadero amor. Ella comprobó que en las dificultades existe un conocimiento cada vez más profundo del ser a quien se ama, más fuerte, más maduro, más verdadero y más grande. 

Pidió su admisión en el Opus Dei el 2 de octubre de 1963 y enseguida acercó a sus amigas a la Obra, algunas de las cuales también encontraron su vocación y juntas iniciaron en su casa un ropero en el que confeccionaba ropa para entregar a los niños pobres. Empezó a ver la vida de modo diferente, con una meta infinita, sin límites, envuelta en amor y servicio a Dios y a los demás. Uno de los sufrimientos que vivió en sus primeros años de casada fue que su marido estaba muy alejado de Dios, aunque paradójicamente conservaba íntegro su amor y devoción a la Santísima Virgen. Ella rezaba por él con la esperanza de su conversión. 

Cuando cumplieron 25 años de casados Efraín planeó un viaje similar al de bodas, que duró un mes y les ayudó a recordarlo. Lo que templó su amor fueron las enfermedades graves que sufrió su esposo en los 47 años casados. También menciona la experiencia de los siete años que vivió su suegro en su casa. Fueron tres años de purgatorio y cuatro de cielo. Ella a los tres años de tenerlo le explicó lo que la desconcertaba de su actitud. Su reacción fue inesperada pues con lágrimas en los ojos el papá de su esposo le pidió perdón y cambió definitivamente en su trato con Beatriz. 

Le gustaba recordar el viaje a Europa en 1978 con un grupo de 110 personas al festejo del 50 aniversario de la Obra. Allí su esposo decidió pedir su admisión y para Beatriz fue lo mejor del viaje. Les tocó la muerte de Juan Pablo I. Otros viajes especiales fueron en 1992 y 2002 para asistir a la beatificación y canonización respectivamente de Josemaría Escrivá. Comenta que los momentos más importantes de su historia fueron cuando conoció a su marido y al Opus Dei.    

Con motivo de sus 90 años sus hijos, yernos, nueras, nietos y bisnietos le dieron una sorpresa. Se fueron tres días y tres noches a un lugar muy hermoso, con aguas termales, cerca de Chapala. La Soledad es una casa acondicionada donde estuvo toda la familia, hasta los recién nacidos, y la pasaron muy felices. Para esa fecha escribió una carta de agradecimiento, en la que entre otras cosas dice que se siente muy dichosa del amor que recibe de su familia y lo que más le hace gozar es detenerse en lo que vale cada uno de ellos y pide porque las familias, cada vez en mayor número, se den cuenta de lo felices que pueden ser. Termina dando la bendición, como es costumbre en su país. 

Es una lectura amena y sencilla de leer que ayuda a considerar el valor del matrimonio y contagia la alegría de una familia numerosa y unida en la que se quiere mucho a los abuelos quienes ocupan un lugar especial.

Autor: Marcela Navarro Hernández, México
Fecha de actualización: Nov 2022