
El título hace justicia al contenido del libro: es un relato histórico desapasionado y detallado del conflicto entre Atenas y Esparta, que tuvo lugar en los años 431-404 a.C., y que se extendió desde toda Grecia, hasta Sicilia, toda los pueblos del mar Jónico, llegando hasta el Helesponto (estrecho del Bósforo y los Dardanelos). Limitado inicialmente a un conflicto entre dos ciudades, atrajeron aliados y crearon dos bandos, hasta el punto de que toda la zona tuvo que ponerse del lado de uno u otro, sin poder permanecer neutral.
El autor era un "stratego" (general) al servicio de los atenienses, que por un error de mando, fue desterrado por los suyos; en una posición neutral, siguió la guerra en detalle. Se nota que el libro está truncado: la guerra dura hasta el 404 a.C.; pero el relato termina en el 411 a.C., sin explicación. Tiene fecha de composición desconocida, posterior al 404 a.C.
Llama la atención el cuidado con el que escribe: desde el principio el autor declara que quiere la verdad, y busca documentarse, y relatar sólo los hechos. Los discursos de los responsables están recopilados íntegramente.
En el libro vemos que el mundo griego posee una cultura común: la organización de la ciudad; religión; el ejército, la marina; los ideales de honor y virtud; intentando argumentar, discutir, convencer; el ideal de justicia, que durante la guerra da paso al utilitarismo.
Tucídides acepta como válidos los diversos sistemas políticos vigentes en la época (monarquía; democracia; oligarquía; democracia limitada, con régimen oligárquico). Sin embargo, en el ámbito de la acción exterior, Tucídides es un imperialista: los más fuertes deben dominar a los más débiles; la justicia sólo es aplicable entre iguales, no para los débiles. Esta idea pragmática condujo en el libro a la revuelta progresiva de los griegos sometidos por Atenas, y persistió en la historia.
Buen libro sobre la historia del mundo griego en esta época, muy ameno de leer.