
Paulo Coelho es brasileño (Río de Janeiro, 1947), y trabajó como director de escena y periodista antes de dedicarse en exclusiva a la tarea de escritor. Es conocido, sobre todo, por su novela El Alquimista, considerada como el libro brasileño más vendido en la historia: publicado en 170 países y traducido a 81 lenguas.
Hippie parece ser su libro más autobiográfico. Narra el encuentro en Ámsterdam de dos jóvenes en 1970: el propio Paulo que sueña con ser escritor y la holandesa Karla. Los dos deciden recorrer el mundo emprendiendo un viaje en el Magic Bus, transporte económico que intenta llegar a Katmandú como fin de trayecto. Paulatinamente desvelan su intimidad: ilusiones, criterios, experiencias pasadas, hasta enamorarse apasionadamente, pese a tener temperamentos muy diferentes. Esta trama argumental servirá para que el autor nos transmita sus impresiones sobre el movimiento Hippie, en plena efervescencia tras la revolución cultural del mayo francés de 1968. Para Paulo (protagonista y autor a la vez), esta filosofía vital tendrá valores encomiables, tomados del esoterismo, del misticismo oriental, y algo de las religiosidades maya y católica. Con este "cajón de sastre", Coelho trazará un cuadro idílico, en el que con habilidad literaria, juega a dos bandas, entre la fina ironía y el respeto matizado, en el que no siempre salen bien parados los valores cristianos Los hippies son pacíficos, no hacen daño a nadie y dan lecciones de sana libertad a todo el mundo con su sonrisa beatífica, sus collares multicolores y su gusto por el incienso. En suma, una mentalidad New Age, que nunca es citada.
Obviamente, tomado como un ensayo exquisitamente pedagógico, con gran fuerza literaria, la obra merece claras reservas: se minimalizan los inconvenientes de la drogadicción o del sida, se ensalza el amor libre, se acepta la nula colaboración al bien social de quienes viven a costa de los demás, y se concede fuerza normativa -prioritaria- a los instintos corporales. Además, se describe con cierto detalle un encuentro sexual y aparece una magistral reseña de un “viaje” provocado por alucinógenos, que podría animar a usarlos a algún lector desprevenido.