El libro es un canto al trabajo bien hecho y perseverante a pesar del cansancio o la dificultad. El subtítulo es elocuente: Por qué ser competente importa más que la pasión para alcanzar el trabajo de tus sueños. Desmonta varias falacias, que en el fondo son opiniones muy contraintuitivas. Subraya que en la época que vivimos, la era de la distracción, aumentará el valor de quienes sepan mantenerse concentrados y sean capaces de una reflexión profunda en el desarrollo profesional. Defiende la austeridad, la fortaleza y el esfuerzo sostenido en el progreso personal. Se trata de aprender a amar lo que se hace y no de hacer lo que se ama. Para eso se requiere acumular las habilidades necesarias, decir que no a todo aquello que impida mantener el control en el propio trabajo y centrarse en lo que aporta valor.
Proporciona herramientas para convertirse en un experto en lo que ya se hace y lograr el dominio del propio tiempo. Es una obra brillante y la primera del autor en ser traducida al castellano. Desde su publicación inicial se ha convertido en un best seller. Es estilo es sencillo, fácil de leer, tiene muchos puntos prácticos con mezcla de sentido común y motivación.