
Para recuperar la serenidad hay que simplificar la vida y el trabajo. El libro lo sintetiza una frase: “menos pero mejor”. El esencialismo es una disciplina que ayuda a distinguir lo que es absolutamente esencial y eliminar lo que no lo es. Se trata de llevar la dirección de la propia existencia a través de elecciones libres, de dedicar tiempo a pensar, tener muy clara la propia misión, encontrar los talentos personales y no dispersarse.
El autor, -inglés- es estratega de liderazgo y negocios. En 2012 fue nombrado miembro del Foro de Jóvenes Líderes Mundiales. La mayoría de los ejemplos que utiliza son de su experiencia empresarial, pero se pueden aplicar a prácticamente todos los ámbitos de la propia actividad. Las orientaciones que sugiere son muy claras y prácticas.
Señalo algunos temas que me parecen de especial interés: las rutinas diarias como camino para gastar menos energía y lograr las metas deseadas; cómo decir que no a lo trivial y establecer límites; primacía de la familia para una persona de negocios; la libertad que da la concentración; el papel del juego; ser esencialista requiere una metanoia y conduce a la felicidad.
El estilo es sencillo y ameno. Lo recomiendo ampliamente. De modo especial a quien se siente abrumado por tantas actividades, a quien no sabe planear y a quien tiene dificultad para concentrarse.