Escolios para un texto implícito

[Escolios para un texto implícito]
Año: 
1977
Género: 
Público: 
Editorial: 
Atalanta
Ciudad: 
Girona
Año de publicación: 
2009
Páginas: 
1408
Valoración moral: 
Género: Pensamiento
Sin inconvenientes.
Requiere conocimientos generales en la materia.
Lectores con formación específica en el tema.
Presenta errores doctrinales de cierta entidad.
El planteamiento general o sus tesis centrales son ambiguos o se oponen a las enseñanzas de la Iglesia.
La obra es incompatible con la doctrina católica.
Calidad literaria: 
Recomendable: 
Transmite valores: 
Contenido sexual: 
Contenido violento: 
Lenguaje vulgar u obsceno: 
Ideas contrarias a la doctrina de la Iglesia: 
La calificación de las distintas categorías proviene de la opinión de los colaboradores de Delibris

El conjunto de sus aforismos revela a Gómez-Dávila como un intelectual en su más genuino significado: un persona culta y letrada que es capaz de expresar con asombrosa exactitud lo que piensa. Porque lo que sobresale en estas numerosas páginas es la combinación sorprendente de una reflexión filosófica y humanista con una escritura densa y certera. Se trata del reflejo del alma cultivada del escritor colombiano que, como pocos pensadores del siglo XX, vivió en esta tierra en el paraíso borgiano: la biblioteca de su casa. Su distancia provocadora tanto hacia el mundo de la academia como hacia la política contingente no fue más que una manifestación biográfica de la contenida belleza de su prosa. No sorprende que en ningún momento de su libro se avergüence de llamarse “reaccionario”.

La temática de los aforismos es muy variada: desde la gran tradición filosófica hasta la pregunta por el sentido de la historia, la crítica al periodismo moderno y sus provocadores ataques a la democracia contemporánea. Pero en el conjunto de su obra quizás destacan dos cuestiones de gran profundidad: por una parte, su defensa de la axiología, es decir, la convicción de que los valores más fundamentales de la realidad solo pueden ser intuidos por personas poseedoras de un talante ético desinteresado y una sensibilidad artística rigurosa; por otra parte, y en estrecha relación con lo anterior, su defensa del camino de la belleza para alcanzar al Dios trascendente, distanciándose así de una concepción demasiado racionalista de la fe. Sus aforismos cargados de paradojas e ironías poseen, además, la virtud de esconder como bajo un manto de presunta originalidad la enorme cultura bibliográfica de su autor. Se comprende bien que pensadores tan dispares como Jünger en Alemania, Sabater en España y Volpi en Italia quedaran cautivados por este pensador solitario que consiguió hacer resonar con una tonalidad propia la tradición humanista occidental. Lamentablemente no son pocos los aforismos que, a veces con un sarcasmo desmedido, critican el Concilio Vaticano II y, sobre todo, la reforma litúrgica, sin distinguir del todo lo que es verdadero contenido del Concilio de los abusos que se dieron en los años sucesivos.  

Autor: Gaspar B., Chile
Fecha de actualización: Sep 2021