Al igual que sus célebres "Crónicas de Narnia", la "Trilogía espacial" de C. S. Lewis es esencialmente una alegoría cristiana profunda. Sin embargo, a diferencia de Narnia, Lewis explora los poderes del mal, especialmente en este último libro de la trilogía, a un nivel más profundo, más psicológico.
Los dos protagonistas de la novela, Mark y Jane, son un joven matrimonio que se encuentra en medio de un siniestro complot para conquistar el mundo por parte de una organización "tecnocrática" que quiere erradicar cualquier sentido de la moral. Mark, fascinado por el éxito de la organización, se siente tentado a unirse a ellos debido a sus ambiciones inmaduras. Jane, por su parte, es tomada bajo el ala de los aliados de las fuerzas buenas -entre ellos Ransom, el protagonista de los dos primeros libros de la trilogía. Uno de los temas subyacentes de la novela es el ideal de la vida matrimonial como debe ser, algo que Mark y Jane necesitan descubrir al estar ausentes el uno del otro. Lewis explora los sentimientos conflictivos de Mark por Jane como objeto de placer o como cónyuge, amigo y ayudante. Jane aprende a confiar y a amar, atraída por la profunda bondad de Ransom, el "director" de las fuerzas buenas, y decide finalmente entregarse por completo a su marido. El amor sexual es retratado como algo que se vuelve vacío de significado cuando se busca simplemente por placer. A pesar de ser un mensaje claro, hay referencias explícitas al deseo sexual y a la lujuria que pueden no ser convenientes para lectores más jóvenes.
Otro tema que requiere madurez es la realidad de la posesión diabólica. Los líderes de la siniestra organización intentan dialogar con el mal a través de la mediación de una "cabeza" cortada (extremadamente espantosa en su representación) con rituales alarmantes y repugnantes. Al final todos son aniquilados por las mismas fuerzas del mal que han estado tratando de dominar. Mark huye, consternado por el giro que han tomado los acontecimientos, y el libro termina con un encuentro épico, aunque místico, entre los poderes del bien y del mal. A lo largo del libro, el humor típico de Lewis y sus descripciones fantásticas nunca faltan. Una novela moralmente excelente y entretenida, sin embargo, algunos de los temas no son apropiados para los lectores más jóvenes.
M.H. (Canadá, 2016)