Novela ambientada a finales del siglo XX. El protagonista, Connor Fitzgerald, es un veterano de la guerra de Vietnam y, años más tarde, valioso agente de la CIA. Está casado con Maggie y tienen una hija, Tara, que está terminando sus estudios; ella y su novio tienen previsto casarse pronto. Madre e hija hablan con frecuencia por teléfono. Ambas están acostumbradas a no saber nada de las misiones que le encargan a Connor. En Rusia se van a celebrar elecciones presidenciales. Zerimski es un candidato. En Colombia han asesinado a un candidato electoral a las elecciones presidenciales; todo apunta a que lo ha hecho un profesional. El presidente de EE.UU desea sacar adelante una ley de reducción de armamento militar; necesita los votos del congreso y del senado, si bien todo depende quien gane las elecciones rusas. La directora de la CIA lleva con mano férrea las riendas de la institución que dirige; no se arredra ni ante el presidente de su país. Próxima la jubilación de Fitzgerald, éste recibe una oferta de trabajo en otra ciudad. Percibe que su jefa máxima, Helen Dexter, lo quiere alejar de Washington. La promesa del presidente de ofrecerle un cargo queda en suspenso. En ese contexto, recibe una misión que debe llevar a cabo en Rusia. Pide que sea el presidente quien se lo confirme; con su visto bueno, sale hacia allí y logra llegar sin problemas; sabe que está vigilado, pero no lo manifiesta. Realiza sus tareas habituales, especialmente saber sobre la campaña de Zerimski: los lugares que tiene previsto visitar, etc. Quienes conocen los hilos dudan si el objetivo del agente es el candidato ruso o si lo que buscan es que él muera en la operación. En contra de las previsiones, Zerimski gana las elecciones y comienza a tomar decisiones, incluso antes de tomar posesión. Entre sus tareas iniciales está una visita a Estados Unidos, tras un contacto telefónico poco grato entre ambos presidentes. Connor debiera trasladarse a Estados Unidos para llevar a cabo su tarea. Pero antes de partir, es detenido y llevado a una prisión de máxima seguridad. Su condena a muerte se ejecutará en breve. Cuando Connor sea detectado en Estados Unidos, alguien concluye que fue otra la persona asesinada y enterrada en su lugar. La mafia local, a cambio de su vida, le encarga una misión; le recuerdan que si no cumple lo pactado, su familia sufrirá las consecuencias. Fitzgerald llega a Estados Unidos y tras varios sucesos, que muestran una capacidad de control de la CIA muy por encima de lo conocido, se encuentra en el estadio que ha elegido para llevar a cabo su última misión.
El libro está escrito con dominio de la técnica, y capta la atención del lector desde el inicio. Aunque cambian los escenarios y las personas en el relato, se sigue bien la trama y las disyuntivas; pero el autor es capaz de sorprender al lector.