
El objetivo del libro es ofrecer claves y herramientas para mejorar las conversaciones en el mundo empresarial. El amor y la comprensión son los pilares del liderazgo. De allí que el subtítulo de esta obra sea cómo dirigir personas a través de conversaciones. El autor es un prestigioso profesor, consultor y conferenciante internacional, especializado en innovación y transformación de empresas. El estilo es ágil, ameno, claro e interactivo pues incluye continuos ejercicios para el lector. Da ejemplos concretos tomados de su experiencia laboral o de la de sus amigos y colegas y cita a algunos autores cuyas ideas son elocuentes. Manifiesta una honda sabiduría práctica.
Los ejes de una conversación son la argumentación y la empatía. Es decir, qué se dice, el modo de decir y la actitud que tiene como raíz la autoridad moral de quien dialoga. El líder ha de ser coherente, auténtico para lograr una plática inspiradora. Para conseguir el cambio en el otro primero es necesaria una transformación personal y después un coloquio que fortalezca la relación desde la valentía y la franqueza. Se trata de crecer buscando el crecimiento de los demás. Solo así se conseguirá una contribución para la mejora del mundo porque somos seres dialógicos.
Hay conversaciones que cambian el rumbo de nuestra vida. La primera condición es que sean cara a cara y no a través de la mensajería instantánea digital. Porque la presencia física permite no solo oír las palabras sino captar el significado de los silencios, los gestos, en especial la mirada y la escucha. Las charlas difíciles son las que requieren esfuerzo intelectual y emocional, en ellas nos jugamos algo importante y pueden salir mal. Cuando se retrasan se acaban pudriendo. Conocer los temperamentos de los compañeros de trabajo es una ayuda valiosa para saber cómo hablar con cada uno.
Un talking manager es capaz de despertar el entusiasmo de su equipo inspirando a hacer las cosas mejor y a crecer como personas. La calidad de una empresa depende de la calidad de sus mandos intermedios. El modo de combatir el escepticismo histórico que se ha instalado en la sociedad, desde el mundo laboral es a través de conversaciones inspiradoras -que tienen un efecto exponencial- que conquisten el entusiasmo ciudadano. Al final invita de nuevo al lector a pasar de los conocimientos al cambio del propio comportamiento, de la teoría a las experiencias. Es decir, no basta con leer el libro, hay que trabajarlo para convertirlo en objetivos concretos, medibles, retadores, ambiciosos y realistas. El camino más corto es la adquisición de hábitos que son como una segunda naturaleza.
Algunas ideas que me parecen especialmente fecundas son: las conversaciones nos abren o cierran caminos; hay problemas que se resuelven con un buen diálogo; la capacidad de compartir ideas con otras personas y combinarlas con las suyas incrementa la creatividad; hay conflictos causados por la cobardía o por la pereza de no abordar asuntos importantes cara a cara; sustituir los coloquio por comunicaciones escritas a través de las redes es un peligro que introduce una tensión innecesaria en las relaciones personales; el origen de muchas amistades rotas está en conversaciones abruptas e improvisadas; el lenguaje del silencio construye grandeza interior; cuando la calidad de la argumentación es alta pero la empatía entre los interlocutores es baja, el efecto del coloquio es el rechazo; para cualquier transformación de otras personas es necesario hacer frente a las conversaciones pendientes.
Recomiendo ampliamente esta lectura. Con las adaptaciones necesarias puede aplicarse lo central de esta obra a todo tipo de ámbitos: personal, familiar, de amistad…. Ayuda a entender mejor el efecto que producimos en los demás con nuestras conversaciones y a poner la energía en mejorarlas. Esta fuerza requiere de carácter, convicción, valentía, esfuerzo y disciplina.