A sus diecisiete años, Juan Guillermo vive sólo en un barrio de la ciudad de México, en la década de 1960. Su hermano mayor Carlos ha sido asesinado por unos fanáticos religiosos, a consecuencia de lo cual morirá su pobre abuela y sus padres se suicidarán. Guillermo conoce a los asesinos, y decide vengar la muerte de su hermano. Carlos se dedicaba realmente al tráfico de drogas, y el mencionado grupo de fanáticos lo mata porque quiere hacer desaparecer de la sociedad todo lo que no sea sano: droga, sexo, judíos, homosexuales, etc., empleando la violencia, a veces extrema. Y todo ello de acuerdo con el favor de Zurita, un corrupto comandante de la policía judicial. Pero Guillermo se da cuenta de que la venganza no es tan fácil, y que hay algo en la conciencia que dice que no está bien.
Están presentes en toda la novela las relaciones amorosas de Guillermo con su novia (llevan a cabo un aborto), y la historia de un lobo poderoso que Guillermo se empeña en domesticar y tenerlo como mascota. De modo paralelo se va narrando otra historia que acaba convergiendo con la central: los lobos. La novela es realista, con un lenguaje directo, sencillo, con excesivas referencias mitológicas, históricas, etc. Quizás se esperaba más de esta voluminosa novela de setecientas páginas, pero hay demasiadas tramas y se pierde bastante la tensión narrativa. La historia de los lobos se podría, quizás, haber omitido. Su lectura requiere un cierto esfuerzo. Además hay frecuentes apuntes obscenos y escenas eróticas explicitas. Por otra parte, la visión que se ofrece de la religión es caricaturesca y parece que el escritor mexicano quiera desprestigiar la religión católica; abundan los personajes ateos, y los creyentes que aparecen son unos locos fanáticos. No faltan, tampoco, unas buenas dosis de violencia, a veces molesta.
R.I. (España, 2017)