La trama de esta novela enlaza dos planos temporales: por un lado, los hechos ambientados en el siglo VII de la España recién invadida (año 712), por otro, algunos sucesos en Madrid en el año 2012. El punto de unión entre los dos relatos hace referencia a una valiosa pieza del tesoro capturado por el ejército de Muza que una joven arqueóloga se propone localizar. Las variadas peripecias en que se ven envueltos los personajes se describen dentro del respeto a las circunstancias y mentalidad de cada una de las épocas en las que se sitúan los hechos. El libro es entretenido y está bien documentado; el lenguaje es sencillo y asequible. El permisivismo moral de los personajes del siglo XXI da lugar a alguna descripción sensual breve y puntual.
M.L. (España, 2015)