El premio Nadal del 2020 ha recaído en la primera novela "El mapa de los afectos", de la escritora Ana Merino (Madrid, 1971). Por la calidad de la prosa se aprecia su anterior dedicación a la poesía.
Es una narración coral ambientada en el Midwest americano (Iowa rural) y toda la acción se desarrolla en una pequeña comunidad, donde todos se conocen, aunque se esconderán algunos secretos importantes. Cada capítulo hace, más o menos, referencia a un personaje distinto; sus vidas se irán entremezclando hasta dar lugar a pequeñas historias. Son como relatos breves, que no tienen necesariamente un final concluyente. La narración abarca unas dos décadas. Mencionemos ahora con brevedad a casi todos los protagonistas. Samuel es un crío al que le gusta mucho ir al bosque, subirse a un árbol y dedicarse a espiar, es como un gran observador del bosque; así descubrira el apasionado amor de Tom y Valeria. Valeria es maestra sustituta, que al final romperá la relación con Tom, 30 años mayor, y se casará con el joven Paul; su matrimonio durará diez días. Greg es un hombre casado, que trabaja en una empresa de seguros y que, muy adicto al sexo, frecuenta un club de alterne. Lilian, que tiene a su marido -que es militar- en unas maniobras, un buen día desaparece y todo serán conjeturas en el pueblo sobre su misteriosa desaparación. Gina es la esposa de Greg y trabaja de dentista; tiene fundadas sospechas de que su marido la engaña. Emily es una prostituta drogadicta (con su trabajo adquiere la droga) que trabaja en el club de alterne, y que sueña con una vida mejor. Aurora tiene 45 años, y es una ejecutiva importante de una empresa, hasta que un día le cambian de trabajo, y le ofrecen uno -energías renovables- que no es de su agrado. Marcela es una emigrante, buena persona, que se dedica a la limpieza de inmuebles y cuidado de enfermos. Diana es una periodista feminista, a la que la direccción de la empresa, precisamente feminista, la echa del trabajo.
Como sucesos importantes, de orden material, están un tornado potente y un incendio que devora el club de alterne. No faltan tampoco sucesos escabrosos. Las alusiones a la religión están muy desenfocadas (el cerebro inventaría a Dios), y se trata muy mal el comportamiento de un sacerdote. Hay varios pasajes sensuales y algunos breves apuntes eróticos explícitos. No aporta mucho este año el prestigioso Premio Nadal.